Ángel

Iba mi padre a toda velocidad por las estrechas calles de Mexicali con sus dos hijos a bordo. Nosotros brincoteábamos de un lado a otro en nuestros asientos, pero no de felicidad. ¡Se nos hacía tardísimo! Nuestras cabezas se golpearon contra el techo al pasar por unos topes sin frenar ni tantito. ¿Creen que nos importó? Para nada, era un pequeño precio a pagar. Seguimos brincoteando desesperados, porque ya queríamos salir en la tele.


En efecto, apareceríamos en el programa infantil más popular: El programa de Rorrito, el payaso de Mexicali. Íbamos a ser la envidia de toda la escuela (kinder incluido) y todo porque enviamos un dibujo navideño al canal tres. ¡Habíamos ganado el concurso Navidad de Colores!


Veíamos las casas, y a los otros carros pasar zumbando al quedar atrás, y en cada curva teníamos que aferrarnos con las uñas a lo que pudiéramos. Hasta que en una de esas vueltas bombéricas escuchamos un gran CRACK, que resultó ser la llanta de una bicicleta que se estrelló de frente contra nosotros, con todo y ciclista.


Después del frenón, mi padre golpeó con fuerza el volante, profiriendo una maldición, mientras el ciclista batallaba para levantarse. Mi padre bajó del carro, y dispuesto a dialogar con el pobre hombre que batallaba para incorporarse. No escuché su conversación, porque estaba dentro del carro con los vidrios cerrados, y sin dejar de brincotear. Pero supongo que fue algo como Disculpe la molestia, pero es que mis hijos van al programa de Rorrito y vamos tarde, En serio van al programa de Rorrito, me lo hubiera dicho antes, Así es, ganaron el concurso de Navidad de Colores, imagínese usted, Impresionante, debe tener unos hijos muy talentosos, Por supuesto, así que le ruego perdone lo de su bicicleta, ya veo que la llanta frontal quedó completamente destrozada, En efecto, pero no importa, sus hijos llevan prisa y van camino a una oportunidad única en la vida. Luego mi papá le dio un billete al señor.


Llegamos tardísimo al canal, y cuando el guardia de seguridad nos estaba interrogando, vimos pasar a un payaso manejando un automóvil completamente ochentero. ¡Era Rorrito! Nos saludó con su guante blanco y su sonrisa pintada y nosotros devolvimos el saludo entusiastas.


Tras una breve averiguación, nos pasaron a una sala de espera, justo fuera del estudio. Ya había algunos niños ahí. Nos entretuvimos observando la colección de cintas magnéticas del canal tres, a través de una ventana. Ven eso, preguntó un niño y nos respondió sin darnos tiempo de hablar, son puros comerciales.


Tuvimos que esperar una media hora. Lo bueno fue que pudimos ver caricaturas en la tele. Lamentablemente no la escuchamos, por estar detrás de la misma ventana por la cual vimos las cintas magnéticas. Y peor aún, el mismo niño sabelotodo que nos dijo que eran comerciales, se sabía el capítulo de memoria y nos complació con su interpretación de todos los personajes del conde Pátula.


¡Finalmente nos pasaron al estudio de grabación! Me sorprendió ver que apenas cabíamos, y que el famoso escenario era diminuto. Nos regresaron nuestros dibujos (los culpables de que estuviéramos ahí) y nos alinearon frente a la cámara.


En eso entra Rorrito, y nos saluda.


Cómo te llamas, me preguntó.

Miguel Ángel, contesté yo, a lo que él preguntó Y en serio eres un ángel.


Lo bueno es que sí era un payaso, por lo tanto tiene licencia de hacer chistes malos. Yo le respondí que sí.


De pronto, escucho que uno de los camarógrafos comienza a decir una cuenta regresiva, al final de la cual se encienden varios focos rojos, y Rorrito comienza su show:


Hola niños cara de carne, con la nariz enmedio de la cara...


Dejé de escucharlo, y me puse a ver las luces del estudio, la cámara que tiene un prompter (aunque en ese tiempo no sabía cómo se llamaba), el termo de Batman regresa, los camarógrafos... Todo me tenía emocionado. Volteaba para todo lugar posible, y en vivo.


Terminó el segmento, y los focos rojos se apagaron. Lo primero que hizo Rorrito fue voltear hacia mí y decirme No eres un ángel. Tímidamente, me llevé el osito Bimbo de peluche que me había ganado, y que tánto gustó a mi padre cuando lo vió, afuera del estudio.





Éste sí fue un hecho real, que aconteció cuando iba como en tercero de primaria.



Una niña muy suertuda que pudo tomarse una foto con Rorrito...

Atte.
BadBit

2 comentarios:

Sarah Hollow dijo...

Yo también tengo una foto con Rorrito. Él fue a mi cumpleaños, cuando era muy muy pequeña e iba en Kinder. Y es que iba a la radiodifusora XEMX y como mi padre trabajaba ahí con el programa: Enserio y en Broma, pues, ahí estaba yo, y lo vi y lo medio conocía, lo mucho que s epuede conocer a alguien cuanod avs en Kinder: osea, casi nada. Un gusto saber que todavía existen quienes de Rorrito se acuerdan =D.

Anónimo dijo...

hey podés pasarme algunas fotos de Rorrito, que estoy haciendo un trabajo sobre la historia de Mexicali y no hay fotos sobre este personaje en ninguna parte.. porfavor?
de antemano gracias..

karmapolize@hotmail.com