Apuestas y videojuegos

Héctor Algravez me preguntó si critico por igual a los videojuegos y las máquinas tragamonedas de los casinos. Haré algunas aclaraciones, porque varias personas se llevaron la impresión de que soy un "amargado" por no disfrutar el tirar mi dinero a la basura.


No creo que todos los juegos de azar sean iguales. Los peores me parecen, como ya mencioné, las máquinas tragamonedas. Pero hay muchos niveles intermedios. Creo que las apuestas deportivas son muy diferentes por que, aunque hay azar involucrado, intuyo que también hay algo de conocimiento por parte del apostador. Es decir, él puede hacer una estimación semi-informada sobre el resultado de algún partido o carrera de caballos o lo que sea. Ahí, aunque sea marginalmente, hay alguna participación activa del apostador.

Quizá sea lo mismo en el póker. Pero no puedo saberlo con certeza por que no me gusta apostar. No me gusta la incertidumbre con mi dinero. Como no arriesgo, no gano (tampoco pierdo).

Los videojuegos también involucran una inversión y lo que el jugador gana es únicamente un poco de diversión. Sin embargo, hay enormes diferencias. En gran parte de los juegos, mientras más hábil es el jugador menos tendrá que invertir. Por otra parte, no se está poniendo en riesgo su dinero. Simplemente depositas la moneda y tienes el mismo derecho a jugar. A mi me aburren la mayor parte de los videojuegos. A estas alturas sólo juego Dance Dance Revolution, que me permite ejercitarme, y puedo gastarme hasta unos cien pesos al mes, cuando mucho.

Pero con las tragamonedas, el jugador no tiene la más mínima oportunidad. Los casinos nunca nos revelarán las probabilidades reales de ganar, pero un simple vistazo nos muestra que son mínimas. Es aplastar un botón hasta que se vacíe tu tarjeta de dinero.

Básicamente, para mí, esa es la diferencia.

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