Las esferas del dragón



El otro día estaba pensando que el núcleo de la historia de Dragon Ball es demasiado bueno. Nunca he visto la serie completa, sólo algunos episodios del inicio. Si llamaban mi atención, ahoritita explico por qué. Cuando aparecieron las secuelas, perdí interés por completo. La serie se convirtió en largas peleas de machos extraterrestres para ver quién la tiene más larg... perdón, quién es más poderoso.

A lo que me refiero es a la historia inicial. Según recuerdo, Bulma estaba buscando las esferas del dragón, que se encontraban desparramadas por el planeta. El que juntara las siete esferas se hacía acreedor de un deseo, como si fuera una lámpara mágica. Cuando el deseo se cumple, las esferas se dispersan nuevamente por el planeta y hay un periodo de varios años antes de que puedan ser reunidas de nuevo. Estoy citando de memoria, quizá tengo mal los detalles.

Pues bien, durante su búsqueda, Bulma y Gokú se encuentran a otras personas que también están buscando las esferas. Incluso otros que ya tenían algunas en su posesión. Otras que se las querían robar y demás. Esta es la primera parte de la serie, la que me parece más interesante y la que le da el nombre. Ya después se convirtió en puras peleas para salvar el mundo y así.

Ahora imagínate que le quitas todo a la serie y te quedas con la pura historia original. Quítale los personajes, quítale a Gokú, Yamcha y el maestro Rochi. Quítale el mundo fantástico en el que viven, y quítale ese mundo futurista. Transporta la historia hacia otro lugar y época, e inventa nuevos personajes.

Creo que esa serie o película podría ser todo un estudio del deseo humano. ¿Cómo serían las personas más apasionadas al buscar las esferas? ¿Qué anhelo o deseo quieren llenar? ¿Qué falta en sus vidas, por qué quieren dejarlo todo para buscar una sola cosa? Sería interesantísimo ir viendo qué tipo de personas se topan en el camino, o qué están dispuestos a hacer con tal de conseguir las esferas.

Las posibilidades son muchas. Lástima que la idea ya está desperdiciada.

Hay momentos armónicos donde las palabras simplemente sobran.

Reparaciones

Comencemos este escrito con un lugar común, ya sabemos que me encantan y me salen naturalitos: Es increíble cómo puede cambiar la vida en seis meses. En enero rogaba por que el año se terminara, por que dejara de doler. Hoy siento que apenas comienza.

No tengo memoria de gran parte de este año. Intento recordar en qué se fue el tiempo y sólo recuerdo el dolor. Terminé la tesis, pero no tengo ninguno recuerdo de haberla escrito. No puedo visualizarme sentado en la computadora, tecleando. A veces, cuando leo mis cuentos y publicaciones antiguas, puedo recordar cuándo los escribí. El lugar o quizá las circunstancias. Algunos fueron en papel, otros en la computadora, en mi casa o en la escuela.

Sólo tengo dos flashazos de escribir la tesis: Uno en el trabajo, entre clases, todo apurado como de costumbre. Y otro en mi casa, apurado también. Sin ver lo que sucedía a mi alrededor. Sin ver que estaba solo, o quizá había gente, pero lo dudo.

Tampoco recuerdo haber dado una sola clase. Mi memoria comienza cuando entregué la tesis. A partir de ese momento inicia la memoria de lo que dije en el aula, antes de eso es un hoyo negro. Fue una sensación rara, cuando apenas sentía que mi semestre iniciaba, se terminó. Siento que tengo vacaciones prematuras.


Pero todo me sirvió. He despertado. Me siento, por algún motivo, como en el paso número ocho de alcohólicos anónimos.

Cómo ser un buen mal poeta

si fuera un mejor poeta
no iniciaría mi poema con un verso tan malo

tendría la destreza
y el arrojo
para matar al significante
sabría que ni a poeta llego
repetiría menos palabras
usaría menos conectores

y evitaría clichés como
escribir que soy un mal poeta
frases como
"que rueden las cabezas que tienen que...", etcétera

pero el lugar común es mi refugio
lo familiar me reconforta
me apapacha
soba las manos torpes
que sujetan mi pluma fuente
por que hasta eso uso
para sentirme poeta

mis poemas son
una gran fiesta de cumpleaños
decorada con globos de segunda mano
y confetti usado

con una piñata rota
a la que se derramaron las metáforas
y huyeron hace mucho
por que tienen otros dueños

(un buen poeta no escribiría estos últimos versos)

los que no se ríen al leerlos
afirman que no son tan malos
me ven con lástima
regresan el papel arrugado
como limosna
se sienten generosos al decírmelo

lo guardo en mi bolsillo
junto con mi coraje
añejándolo
en algún organelo de alguna célula

para sufrir intravenosamente
mientras espero
el renacimiento de un objeto inanimado

genero halagos
(por lástima, pero los genero)
mientras me convierto en un buen poeta
de esos que enamoran y hacen llorar
aférrome a mi patetismo

repetiré frases
metáforas
robaré versos
e imágenes poéticas
abusaré de los conectores
cacofonía y pleonasmo
gritaré que soy malo

por lo menos,
otros poetas malos
regresarán mis papelitos arrugados
y por primera vez
sentirán lástima por otro poeta

Neurótico


Esta fotografía fue tomada en Disneylandia, sospecho que a principio de los noventa. Como mi cumpleaños es el 26 de diciembre, nadie anda de humor para otra fiesta. Muchas veces mi familia me llevaba de viaje a algún lugar de California como regalo. Ya sea Disney, los Universal Studios, Sea World y así. En mi narcisimo egoísta esto era una especie de trampa, ya que el regalo era para todos, no sólo para mi.

Recuerdo muy bien el momento de esa fotografía. A mi me gustaba mucho Disneylandia por que creaba mundos ficticios pero convincentes. Hay montañas y ecosistemas totalmente artificiales, pero que por un momento te pueden transportar a una fantasía. Particularmente me gusta toda la fila de Indiana Jones. Hay muchas cosas para ver, y es bastante convincente como mina semi-abandonada. Pero me molestaba que algunos detalles rompían la ilusión.

El punto es que esa fotografía me parecía un excelente momento para transportarme a ese mundo ficticio. Si estaba bien tomada, podría parecer que nos encontrábamos en patolandia, así que estaba bien ansioso por que nada arruinara la simulación. Pero mi papá tomó el globo por las cuerdas. Si ese globo realmente estuviera inflado, las cuerdas no se doblarían así al jalarlas. Mi tía se encontraba medio salida de la canasta, ¿cómo podía ser eso posible? La foto se estaba echando a perder por completo. No sé si lo notan en mi rostro, pero yo me moría de la angustia. ¡Quería explotar y decirles que todo estaba mal! Pero me contuve.

Ya que veo la foto, hay miles de otras cosas totalmente mal. El flash ilumina erróneamente a uno de los patos. El ángulo deja ver cosas del fondo, que no son parte de patolandia. ¿Cómo es posible que se vea en el fondo que estemos volando y los patos se encuentran enfrente? Definitivamente disneylandia perdió los objetivos originales de Walt Disney desde hace mucho.

El punto es que soy un neurótico perfeccionista desde entonces. Pero, bueno, observo esta foto veinte años después y ahora puedo "dejar ir" y relajarme. Ya es un avance, ¿no?